Bacterias en fluídos solubles


Bacterias en fluídos solubles

Los aceites de corte hidrosolubles concentrados son prácticamente libre de microorganismos y pueden ser almacenados por largos períodos de tiempo sin deteriorarse; pero una vez que el concentrado es emulsionado o disuelto en agua, es susceptible de que en él, se desarrollen hongos y bacterias, especialmente éstas son las más perjudiciales.

Estos microorganismos poseen enzimas que atraviesan la pared celular llegando al fluido de corte, solubilizando comida para la propia célula y generando reacciones intracelulares, produciendo nuevas partes celulares y eventualmente, nuevas células de división.

Una bacteria es capaz de engendrar 17 millares de microorganismos idénticos, en un intervalo de 24 horas, en condiciones “ideales” del medio en que se halla. Las fuentes que introducen contaminantes bacterianos, son parte de nuestro medio ambiente natural, el aire, ropas, manos de los operarios, el agua con que se realiza la emulsión, etc. De los miles de especies bacterianas conocidas, solo una docena de ellas aparecen en sistemas industriales de emulsiones, la mayoría de las cuales pertenece al grupo de las aeróbicas pseudomonas.

Dichas bacterias crecen en presencia de oxigeno, doblándose en número cada 15 a 20 minutos. La proliferación de aeróbicas conduce a la desoxigenación del medio y permiten el desarrollo del tipo anaeróbica desulfuro – sporovibrio, las que se duplican cada 3 – 4 horas produciendo sulfuro de hidrógeno el cual comunica el característico olor a “putrefacto” desajustando la emulsión y formando una capa de aceite sobre la superficie del líquido, evitando la aireación y por consiguiente formando un medio anaeróbico propicio para el desarrollo de nuevas colonias de éstas bacterias.
Este tipo de bacteria no necesita oxígeno para crecer, pero tampoco ocurre su muerte en presencia del mismo.

Como cualquier organismo viviente, la bacteria necesita nutrientes para crecer, si este no está presente, no se produce la síntesis de la célula y ésta no se desarrolla.
El componente vital de la célula es el ribosoma, que es el responsable de la síntesis de proteínas dentro de la célula, pero ésta no se desarrolla cuando no hay formación de nuevas proteínas.
Si estos ribosomas son químicamente desactivados, la biosíntesis no se produce y con suficiente bacteriostático (sustancia que reduce la reproducción de bacteria) presente todos los ribosomas son totalmente incapacitados resultando en la producción negativa de proteínas y por consiguiente el crecimiento de las células es parada. En la práctica, una nivelación en el número de bacterias presentes, resulta con la muerte natural en consecuencia.

El resultado final de esto, en cuanto a la aplicación práctica, concierne en que resulta en la prolongación tiempo de vida útil del refrigerante, caída del nivel de olor y desaparición de productos corrosivos y dermatosis.

Fuente: Organización Específicos